La ministra advierte el riesgo de no implementar cambios a través de las reglamentaciones secundarias
”Una reforma constitucional puede ser política y económicamente viable pero si no se implementa queda en letra muerta”, asevera
QUERÉTARO, QUERÉTARO.- Las reformas estructurales podrían convertirse en letra muerta en caso de que las autoridades no sean capaces de implementar los cambios a través de las reglamentaciones secundarias, comentó Margarita Luna Ramos, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
“Tenemos que ir a la reglamentación de las leyes complementarias, ahí está la base. En caso de no decir cuál es la realidad, si no se implementa las reformas, se convertirían en letra muerta, una reforma constitucional puede ser política y económicamente viable pero si no se implementa queda en letra muerta”, aseveró.
Durante la 12ª Cumbre de Negocios, la jurista reconoció que representó un reto importante para el país haber aprobado las reformas estructurales, pero agregó que es necesario capacitar a la sociedad, funcionarios y autoridades sobre los cambios contenidos en el nuevo marco jurídico para lograr los cambios.
“La Corte ha tratado de dar entendimiento a las reformas y salvar su implementación con interpretaciones viales, sólo decimos que hay inconstitucionalidad cuando es absolutamente contraria a la Constitución, y que además es violatoria de derechos fundamentales, para que a través de esta implantación no se detenga la aplicación”, dijo.
Por su parte, Francisco Funtanet, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), coincidió con la visión de que las reformas estructurales como la fiscal todavía necesitan cambios importantes para cumplir con las expectativas que se buscan en cuanto a formalidad y crecimiento económico.
“No se logró sacar el IVA para poder aprobar la reforma energética, la reforma fiscal está dañando a las compañías, subieron impuestos a los mismos de siempre, es una reforma de tinte recaudatorio y no está generando formalidad esperada”, agregó el empresario.