La gira realizada por el presidente Andrés Manuel López Obrador realizada por el sureste del México para promocionar el Tren Maya llega en el momento más inoportuno debido que el país se encuentra todavía en plena crisis por COVID-19.
Así lo externaron un grupo de 159 organizaciones quienes están en contra del megaproyecto faraónico, al considerar que la visita de AMLO a esa región no constituye una actividad esencial y no respeta las medidas de sana distancia.
A través de un comunicado firmado por los representantes de las distintas organizaciones, recordaron que el Gobierno Federal mantuvo el megaproyecto durante el confinamiento, pese a las órdenes judiciales y una recomendación la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en el sentido de suspender labores no esenciales para proteger la salud de la población ante el riesgo de contagio.
Asimismo, recalcaron las razones por las cuales se oponen al Tren Maya: la falta de información y la presunción de que beneficiará a los intereses empresariales antes que a la población local; el proyecto se diseñó y se está implementando a espaldas de las comunidades –como quedó evidenciado en la polémica consulta de finales del año pasado–, y tendrá impactos ambientales y arqueológicos negativos en la región.
Y es que para nadie es un secreto que este tipo de acciones por parte del ejecutivo federal atenta contra las necesidades que la realidad del país demanda, al mismo tiempo que desacata órdenes judiciales y del ombudsperson, afectado el balance y equilibrio de poderes en nuestro país.